La creatividad cuesta. Y si no que se lo digan a Lucía Etxeberría, que para escribir un libro original, tuvo que recurrir a otros ya editados y firmados. Y es que, el copia y pega está más que de moda, es actualidad. Si se da entre los escritores más prestigiosos y premiados, cómo no se va a producir en el periodismo, donde la tensión del ahora para ya, y del creciente volumen de trabajo por persona, obliga a los periodistas a trabajar bajo presión, y sin tiempo para nada más que para intentar sacar el producto informativo en el momento correspondiente.Las agencias de noticias son las grandes perjudicadas en todo esto. A pesar de que ellas conocen su papel, no tienden que cuando se producen errores en sus textos, los medios no acepten su parte de responsabilidad. Los periodistas se acomodan y nadie escribe por sí mismo. Ahora todo lo que llega a través de los teletipos se adecúa mínimamente y para adelante. Sin embargo, las agencias cansadas de ser quién saque las castañas del fuego a todos reivindican su papel como fuente de información de confianza.
Muchos son los errores que se producen en la prensa diaria. Los motivos, ya se han comentado, falta de tiempo para conseguir una verificación de datos. Pero en lugar de poner soluciones, se pone un parche a la fisura y seguimos tirando del carro gracias al corta y pega, que como dice Adriano Moran produce mostruos, hasta que el cuerpo aguante.
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